Ciro Hernández abrazó pronto el cello y, desde entonces, con él estudia, experimenta, evoluciona y transgrede como músico.
En la sempiterna búsqueda de la perfección técnica ha surgido otro amor: la composición.
Ciro es parte de grupos musicales de diferentes raíces y estilos, todos unidos por una pasión genuina e incondicional por la música.